Báleskont se queda atrás. El tiempo se va agotando y el VentiDeus se acerca. Quienes escudriñan emprenden un nuevo camino a través de un portal mágico. El destino, Tzigudeir, el Ziggurat de Metal donde el gigante que asedia los sueños de Raalm reina. 
¿Qué esconderán los caminos de la Bruma? Será que transportarse inmediatamente de un punto a otro es tan fácil como los Frili lo pensaron, o más bien existirá alguna prueba en el camino.