Scopri milioni di eBook, audiolibri e tanto altro ancora con una prova gratuita

Solo $11.99/mese al termine del periodo di prova. Cancella quando vuoi.

40 anos de historia Juridico Politica Agricola
40 anos de historia Juridico Politica Agricola
40 anos de historia Juridico Politica Agricola
E-book665 pagine8 ore

40 anos de historia Juridico Politica Agricola

Valutazione: 0 su 5 stelle

()

Leggi anteprima

Info su questo ebook

El autor se mueve con determinación y competencia, pero también valentía intelectual, entre pensadores que han estudiado el tema de la agricultura tout court, como fenómeno cultural, y pensadores que han estudiado la materia agrícola-económica, volviendo sobre sus pensamientos casi de forma antológica, por un lado, mientras que, por otro, toma en cuenta estudios sobre la legislación de reformas agrarias y leyes particulares, promulgadas para regular el fenómeno agrícola en Venezuela. También estudia la perspectiva ideológico-política de la intervención en la agricultura. En la práctica, ofrece al lector un panorama de un escenario que hoy se encuentra en una grave crisis, sobre todo por el Embargo, tema no oculto por el Autor y abordado de manera no politizada pero crítica, en el sentido kantiano de término, o más bien de análisis de las dificultades frente a las cuales se encuentra para operar, más que de protesta política a gritos. Este último no es el propósito del volumen, ya que el autor pretende que el lector lo comprenda bien. Lo hace entender especialmente en las conclusiones del volumen, cuando explica, sin escasa atención a los problemas geopolíticos globales, que el problema de la actual no productividad de tierras, comparables a los Jardines de Babilonia no es aquello, como podría valerse en otros países u otros continentes, de las urbanizaciones y del éxodo del campo a la ciudad, sino más bien el de la pobreza, capaz de desenergizar también a la población trabajadora. (Prof. Francisco Petrillo)L'Autore si muove con determinazione e competenza, ma anche coraggio intellettuale, tra pensatori che hanno studiato la materia dell'agricoltura tout court, come fenomeno culturale e pensatori che hanno studiato la materia agricolo-economica, ripercorsi nei loro pensieri quasi in maniera antologica, da un lato, mentre, dall'altro lato, tiene conto di studi sulla legislazione delle riforme agrarie e delle leggi particolari, emanate per regolare il fenomeno agricolo in Venezuela. Studia anche la prospettiva ideologico-politica d'intervento sull'agricoltura. Offre, in pratica, al lettore una visione d'insieme su uno scenario che oggi versa in una grave crisi soprattutto a causa dell'Embargo, tema non nascosto dall'Autore e affrontato in una maniera non politicizzata, ma critica, nel senso kantiano del termine, ovvero di analisi delle difficoltà di fronte alle quali ci si trova ad operare, piuttosto che di urlata protesta politica. Quest'ultima non è il fine del volume, come l'Autore ci tiene a fare ben comprendere a chi legge. Lo fa intendere specie nelle conclusioni al volume, quando spiega, con non poca attenzione ai problemi geopolitici globali, che il problema della non produttività attuale di terre paragonabili ai Giardini di Babilonia non è quello, come può valere per altri Paesi o altri Continenti, dell'urbanizzazione e della fuga dalla campagna verso le città, ma piuttosto quello della povertà, capace di togliere anche le energie alla forza-lavoro. (Prof. Francesco Petrillo)
LinguaItaliano
Data di uscita13 gen 2022
ISBN9791220379960
40 anos de historia Juridico Politica Agricola

Correlato a 40 anos de historia Juridico Politica Agricola

Ebook correlati

Diritto per voi

Visualizza altri

Articoli correlati

Recensioni su 40 anos de historia Juridico Politica Agricola

Valutazione: 0 su 5 stelle
0 valutazioni

0 valutazioni0 recensioni

Cosa ne pensi?

Tocca per valutare

La recensione deve contenere almeno 10 parole

    Anteprima del libro

    40 anos de historia Juridico Politica Agricola - Carmine Romaniello

    CAPITULO I

    LA AGRICULTURA

    DEFINICIÓN DE AGRICULTURA

    Establecer el origen filológico del término agricultura nos lleva hasta la lengua latína, pues en dicha jerga es donde se encuentra su origen etimológico. En concreto, podemos percibir que procede del vocablo agricultura, que está conformado por el aditamento de dos segmentos: el término agri que es sinónimo de campo de cultivo y el concepto cultura que puede traducirse como labranza o sembrado.

    La agricultura es el vergel o labor de la tierra, que incluye todos los trabajos relacionados al tratamiento del suelo y a la plantación de las más diversas vegetaciones. Las actividades agrícolas suelen estar destinadas a la producción de alimentos y a la obtención de verduras, frutas, hortalizas y cereales.

    La explotación implica la transformación del medio ambiente para satisfacer las necesidades del hombre y de su linaje. Esta capacidad es la que diferencia al ser humano del resto de las entelequias.

    El enfoque agrarista puede relacionarse con las formulaciones institucionalistas, en la medida en la cual postula el libre juego del mercado como perjudicial para los campesinos, es decir una importante fracción de los productores agrícolas, e insiste en el necesario papel del Estado para regular el acceso a los derechos de propiedad de la tierra. Sin embargo, el término tiene un contenido variable según las sociedades y los momentos históricos. Por eso, y dada su relevancia en los enfoques venezolanos del campo, es importante detenernos en un intento de precisión, como lo son, los cuarenta años histórico, jurídico, político, al que haremos referencia a lo largo de este libro, con los criterios adquiridos a través de más de 60 años de lectura de diversas obras, cuyos conceptos actualizados trataremos de trasmitir a nuestros alumnos, jóvenes ingenieros y abogados.

    Al parlamentar de agricultura, es importante exteriorizar brevemente acerca del derecho agrario; pues la agricultura es parte de esta ciencia; sin embargo, no se profundizará en el tema por no ser cardinal en esta obra, que trata principalmente de la agricultura y su historia desde lo jurídico y lo político.

    El derecho agrario puede definirse como el conjunto de normas y reglas que regula las relaciones entre los propietarios, usufructuarios, arrendatarios y trabajadores del campo con la finalidad de la explotación de la agricultura, la ganadería y demás formas del aprovechamiento del campo en la esfera del derecho privado – Ossorio -; asimismo la regulación de la utilización de los recursos naturales renovables con un fin principalmente económico en beneficio del desarrollo agroalimentario.

    La labranza, tiene un origen muy antiguo, ya que se señala el Período Neolítico o Edad de la Piedra Nueva o Pulida, como inicio de esta actividad. El Neolítico es uno de los períodos de la Edad de Piedra que abarca desde el año 6000 hasta el año 3000 a.C., y en ese período ocurre lo que se ha denominado la Revolución Prehistórica, la cual se refiere a la gran transformación positiva que sufre la forma de vida de la humanidad, que va pasando de nómada a sedentaria, lo cual constituye la conformación de los estados, se transita de una economía recolectora de frutos, a la caza y la pesca, a una economía productora agricola, vegetal, animal e industrial.

    Los Estados arcaicos serían aquellos que se crearon e institucionalizaron en una situación en la cual el aparato público no existía antes, pero se desarrollaron en interacción con otras Entidades. Entre los ejemplos se incluirían las civilizaciones del bronce egeo o la civilización de Madagascar. La gran diferencia con los Estados primarios es que los primitivos no se crearon y evolucionaron de manera autónoma. Las causas de su génesis incluirían influencias culturales, imposiciones u otras formas de interacción con los Estados existentes previamente. Son ellas las que determinaron la demanda de tierras, es decir el ritmo y las modalidades de la titulación.

    Los pueblos indígenas, antes de la conquista, no conocían la propiedad privada de la tierra, sino el usufructo comunitario de un territorio para la caza, pesca, recolección y agricultura. La formalización de una propiedad para las necesidades del desarrollo de explotaciones agropecuarias no fue sentida como una necesidad por parte de los primeros conquistadores, quienes priorizaron una actividad comercial-expoliadora, y por eso hicieron énfasis en la actividad de titulación solamente en las tierras situadas dentro de los núcleos de población. A mediados del siglo 16 los colonizadores desarrollaron el interés para la producción agropecuaria, la cual estuvo al origen del inicio de actividades relacionadas con la titulación de tierras no urbanas. La producción se desarrolló en base a las tres formas históricas de la manufactura, la hacienda agroexportadora, el hato ganadero y la producción familiar. Las caracterizaremos ahora, debido a que sus necesidades específicas de la heredad determinaron las modalidades concretas del otorgamiento de derechos de tierra por el Estado, o sea la titulación. En su libro - La hacienda venezolana - (1988), la hacienda se constituyó a partir del - binomio plantación - conuco -, expresión que se refiere a - la base del proceso de producción de la hacienda organizado a partir de dos formas de trabajo diferenciadas tanto por su objetivo y su importancia económica que por el tipo de agente social que las conduce -. Una parte del binomio, la constituía la plantación, cuya producción se destinaba para la exportación -esencialmente añil a partir del siglo 17, cacao desde fines del siglo 17, y café desde mediados del siglo 18-, y que podía dedicar también alguna superficie a la producción para el mercado interno -caña de azúcar, ganadería extensiva, frutas,...-. El trabajo en la plantación era controlado por el propietario -o su mayordomo-, quien comercializaba el producto. La otra parte del «binomio» era el «conuco», organizado por el productor directo -esclavo, y después peón- sobre las tierras del propietario

    La estratificación económica es la base de uno de los modelos más antiguos, basado en evidencias antropológicas, que planteó - Friedrich Engels - en su obra El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado 1884. El modelo de Engels se desarrolló a partir de Ancient Society de Lewis Henry Morgan y de otros bosquejos realizados, en teorías acerca del modo asiático de producción. Engels argumentaba que el Estado se desarrolló como resultado de la necesidad de proteger la propiedad privada; importante concepto el de Engels, ya que solo así cuando hay un interés de progreso, es posible que el pueblo, por su trabajo reciba las contraprestaciones, que puedan permitirle, criar a su familia, de una manera digna y proba, la cual constituirá una sociedad fiel a los principios generales de derecho y de respeto, otorgándole a cada quien lo suyo – Ulpiano-. Sosteniendo que el excedente de producción creado por la intensificación agrícola provocaría la división y especialización de la fuerza laboral, que se segmentaría en unas clases que trabajarían la tierra y otras que podrían dedicar su tiempo a otras y más diversas tareas, como son por ejemplo, el transporte y distribución de los frutos generados, como consecuencia de la ejecución de las tareas agrícolas impuestas; para así cumplir con todos y cada uno de los requerimientos de la comunidad en formación. Finalmente la rivalidad de clases, siempre presente en toda comunidad, y la necesidad de garantizar la propiedad privada de aquellos que vivían de los excedentes producidos por los agricultores, desembocarían en la creación del Estado. Posteriormente, estos argumentos fueron ampliados por el antropólogo Morton Fried quien sostenía que la estratificación social fue la dinámica primaria subyacente al desarrollo estatal.

    El término «agrario» nació en Roma, donde las llamadas leyes agrarias regulaban el acceso a las tierras públicas. No había posesión gratuita de la tierra propiedad del Estado sin el acuerdo del «pueblo». Soberanía popular legítimamente ejercida. Este era representado formalmente por el Senado, a pesar de ser compuesta mayoritariamente tal asamblea por representantes de las grandes familias patricianas terratenientes de la época. Las tierras públicas desde ese entonces, fueron el premio de la conquista y su asignación a oficiales y soldados permitía disminuir el costo en dinero de la administración del Estado; ya que esa era la forma de pago de las prestaciones de los militares. Además, eran a menudo arrendadas contra pago de un alquiler. Pero cumplieron también otro propósito, el de satisfacer las necesidades de los ciudadanos pobres vía adjudicación. Lo agrario se refería pues al otorgamiento por el Estado romano a particulares - para los pobres en forma gratuita, y pagando alquiler para los demás ciudadanos -, de tierras obtenidas en las conquistas. Esto muestra la importancia que tuvieron las guerras para aportar nuevas tierras públicas a disposición del Estado romano, además de proveer esclavos cuya necesidad crecía debido a su débil tasa de reproducción, como consecuencia de las permanentes guerras en las cuales estaban como protagonistas los ciudadanos romanos. El alquiler de estas tierras ingresaba a las arcas fiscales, y su adjudicación gratuita a «los ciudadanos pobres» correspondía a un proceso de reforma agraria que permitía mantener la lealtad de sus beneficiarios hacia el gobierno, así como facilitar la custodia de las fronteras del imperio romano por parte de los colonos allí asentados, circunstancias que a lo largo del tiempo produjeron la caída del gobierno, ya que los antiguos rancheros se convirtieron en nacionales de esas regiones. Esta reforma agraria, realizada a partir de las tierras conquistadas, así como el alquiler o la venta de las tierras públicas, y la atribución de terrenos de desigual superficie entre oficiales y soldados vencedores, a manera de haberes militares, requerían toda una administración de registro y catastro de las adquisiciones y de los desprendimientos de tierras por parte del Estado. Sin que tuvieran una etiqueta tan específica, existieron otras «leyes agrarias» en tiempos más remotos todavía. Ya evocamos el Código de Hammurabi, rey de Babilonia entre el 1792-1750 AC, quien promulgaba numerosas disposiciones en relación con el manejo de las tierras cedidas por el Estado a soldados y oficiales. Entre las cuales se cuentan las que siguen a continuación:

    …Ley 27: Si un oficial o soldado es convocado a las fortalezas reales - o es tomado prisionero en la derrota del rey -, se darán sus campos y su huerto a otro que ejerza la gestión. Cuando regrese se le devolverán sus campos y huerta, y ejercerá su gestión por sí mismo. Ley 28: Si un oficial o soldado convocado a las fortalezas reales - o prisionero en la derrota del rey - tiene un hijo capaz de ejercer su gestión, se le dará a éste, campo y huerta y ejercerá la gestión por su padre. Ley 29: Si el hijo es menor y no puede cuidar la gestión de los negocios de su padre, un tercio del campo y de la huerta se dará a la madre, y la madre lo educará. Ley 30: Si el oficial o soldado, desde el comienzo de su gestión ha descuidado y abandonado su campo, huerto y casa, y otro después ha cuidado su campo, huerto y casa, y durante tres años ha ejercido su gestión, cuando aquél vuelva y pida su campo, huerto y casa, el otro no se los dará; el que los cuidó y administró, continuará explotándolos. Ley 31: Si durante un año solamente dejó inexplotado, y vuelve, el otro le devolverá su campo, huerto y casa, y él recuperará la administración. Ley 35: Si uno ha comprado a un oficial, bueyes o carneros que le dio el rey al oficial, pierde su dinero. Ley 36: El campo, la huerta y la casa de un oficial o soldado, no pueden ser vendidos por sus deudas. Ley 37: Si uno compra un campo, una huerta o una casa de un oficial o soldado o de un feudatario, su tableta será rota y habrá perdido su dinero. Campo, huerta, casa, volverán a su propietario. Ley 38: Oficial, soldado y feudatario o recaudador de impuestos no pueden transmitir por escrito a su mujer o hija, nada de sus campos, huerta o casa de su administración feudataria, ni serán dados por sus deudas. Ley 39: Oficial, soldado y feudatario pueden hacer transmisión por escrito a su mujer o hija, de los campos, huerta y casa que haya comprado, y pueden ser tomados por sus deudas. Ley 40: Para garantía de un comerciante o una obligación extraña puede vender su campo, huerto o casa (propios); el comprador podrá explotar el campo, huerto o casa que ha comprado. Ley 41: Si uno ha cambiado el campo, el huerto o la casa de un soldado, de un oficial o de un recaudador de impuestos y ha dado una suma suplementaria, el soldado, el oficial y el recaudador de impuestos volverán a su campo, huerto o casa y retendrán la suma complementaria. Si uno ha cercado el campo, el huerto o la casa de un oficial, soldado o recaudador de impuestos, y ha suministrado los palos, el oficial, soldado o recaudador de impuestos recuperarán su campo, huerto, casa y pagarán los palos suministrados. Ley 42: Si uno ha tomado en arrendamiento para cultivarlo un campo, y no ha hecho venir el trigo, se lo declara culpable de no haber trabajado el campo y pagará al propietario según el rendimiento del vecino. Ley 43: Si no ha cultivado el campo y lo ha dejado en barbecho, dará trigo al propietario según el rendimiento del vecino y el campo que dejó en barbecho lo convertirá en cultivado, lo sembrará y lo devolverá al propietario. Ley 44: Si uno tomó en locación por tres años una tierra inculta para abrirla y descansó y no abrió la tierra, al cuarto año deberá abrirla y convertirla en campo de cultivo, y la devolverá al dueño y le dará 10 GUR de trigo por cada 10 GAN de superficie….

    Citado lo anterior, se puede observar que el legislador aun habiendo vivido una época muy diferente a la contemporanea, ciertamente, los principios generales aplicados, son iguales a los nuestros, en virtud de que se evidencia de la ley, la protección de la propiedad privada; art. 115 carta política Venezolana 1999, así como el derecho a ejercer la posesión sobre la cosa, previa la existencia de un contrato, art. 1580 código civil venezolano, cuya razón y fin, identifican claramente a un titular, legítimo del objeto a poseer por un determinado tiempo, vencido el cual, deben cumplirse conductas obligatorias restitutoria, a favor del titular.

    Mientras que en Egipto, un panorama de la regulación de los derechos de tierras por el Estado faraónico, hace más de tres mil años, lleva a la misma observación. La última de las leyes agrarias romanas fue promulgada en 44 A. C. Posiblemente la dificultad de encontrar tierras que fueran disponibles para su adjudicación y se encontraran más o menos cerca de la capital del imperio impedía continuar las adjudicaciones. Pero también la concentración creciente de la propiedad reducía las superficies disponibles. Problema el planteado, que como buen observador debo decir, es tan antiguo como lo es el conflicto tierra-hombre, hombre-tierra. El fracaso de las luchas para su redistribución hacia la plebe urbana y los soldados desmovilizados, lideradas por los Gracos a fines del siglo 2 A.C. había ya marcado el ocaso de los programas agrarios. Allí prevenimos con meridiana evidencia la necesidad imperiosa, de la siempre solicitada reforma agraria; siguiendo esta pauta antigua, el otorgamiento de tierras por el Estado como producto de conquista militar o colonización ha sido una constante en el mundo entero hasta el siglo 20, en particular en América Latina donde se realizó a partir de las tierras que eran de las comunidades precolombinas. Y hoy por hoy honorables lectores, continua en las mismas condiciones y pugnas, ya que la reforma agraria, como tal es algo tan complejo y difícil de manejar, que no se ha podido realmente cumplir de manera sostenible con tal figura jurídica.

    Pensadores Clásicos Agrarios:

    Los pensadores clásicos han caracterizado la existencia de un problema bucólico en las sociedades capitalistas del siglo pasado, al percibir que la concentración de la propiedad de la tierra, originaria de los resquicios del feudalismo y de la oligarquía rural, se transformó en obstáculo al desarrollo de las fuerzas productivas en el campo y en la industria.

    De esa forma, las élites mantuanas-industriales recién llegadas al poder, a partir de la revolución francesa, propusieron la distribución, la democratización de la pertenencia de la tierra, y llamaron a ese proceso, reforma agraria.

    Adam Smith

    Desde su primera fecha de publicación, La riqueza de las naciones tuvo una excelente acogida y a Adam Smith le permitió transformarse en una autoridad indiscutida sobre materias económicas. Uno de los méritos destacados del libro en cuestión, fue combinar una teoría de la naturaleza humana, con observaciones prácticas de la vida económica.

    Smith, enriqueció la economía con un nuevo supuesto: en materia económica, el ser humano se mueve principalmente por su interés individual antes que por el bien de los demás. En uno de sus pasajes más conocidos, Adam Smith, explica esta teoría al señalar que el pan no lo obtenemos en el mercado por la benevolencia del panadero, ni la carne por la munificencia del carnicero, sino porque éstos buscan una legitima ganancia pecuniaria. Este hecho se repite, según él, en todas las esferas del ámbito económico. Sin embargo, no implica que las personas se muevan siempre egoístamente. A su juicio, el interés propio se ciñe de manera exclusiva al ámbito módico, pero en otros aspectos de la vida es perfectamente posible -y es incluso un deber moral-.

    David Ricardo

    David Ricardo, fue un exitoso empresario inglés, que se interesó por la economía como ciencia una vez que ya había ganado una considerable fortuna. Puede verse que utilizó sus conocimientos de riqueza para defender los intereses del capitalismo industrial.

    Ricardo muestra que la ganancia fabril se ve determinada por el dividendo agrícola, ya que los insumos de la industria provendrán del excedente de la elaboración campesina. Cuanta más producción agrícola haya, mayores serán las posibilidades de obtener ganancia en la actividad manufacturera, ya que los precios de los productos agrícolas serán bajos, circunstancias las referidas que en Venezuela no se practican desde hace largo tiempo, por el momento histórico que vivimos.

    Por lo tanto, cuando disminuya el margen de ganancia agrícola empequeñecerá también el margen de ganancia que obtengan los empresarios industriales de la democracia. Al disminuir los alimentos producidos, su precio subirá, pero el empresario deberá seguir pagando con la misma cantidad de alimentos a sus obreros, por lo que obtendrá menos ganancia. Sin ingreso, el sistema capitalista entraría en una etapa de estancamiento; es por ello que Ricardo sostiene fervientemente que, para evitar dicha suspensión y permitir al sector industrial acumular ganancia, se debe garantizar que exista una gran cantidad de producción agropecuaria disponible.

    Existían dos elementos que hacían que la cantidad de producción agrícola no fuera necesaria. En primer lugar, el incremento del número de la población hacía necesario obtener más alimentos. En segundo lugar, la teoría del rendimiento decreciente de las tierras. Con el tiempo, las tierras se desgastaban y su productividad decrecía. Era necesario hacer cada vez más inversiones para elevar la productividad de la granja. La posibilidad era cultivar nuevas fincas, pero en Inglaterra ya no quedaban tierras sin cultivar

    Tomas Malthus

    El legado más importante de Malthus a la teoría económica es su visión de la importancia que tiene para la economía la Ley de Rendimientos Decrecientes, especialmente para la agricultura. Si bien esta ley la había anunciado Turgot, Malthus fue capaz de explicitarla más correctamente.

    Al gran aporte de los rendimientos decrecientes, se suma que Malthus fue probablemente el primer economista que observó el comportamiento del ahorro y la inversión de forma sistémica. El anglosajon señaló que el exceso de ahorro va en perjuicio de la demanda de Bienes de consumo, pues es dinero que deja de gastarse en la adquisición de esos bienes. A partir de entonces, el ahorro, tan recomendado por Adam Smith, como una necesidad absoluta, empezó a ser polémico, pues si bien es cierto que es la fuente de donde surge la inversión, su excesivo fomento puede llegar a frenar la demanda de caudales de consumo y, en consecuencia, podría generar una depresión económica.

    Para evitar este resultado, Malthus buscó fomentar el gasto de los terratenientes en bienes de consumo.

    Friedrich Engels

    Friedreich Engels nació en la ciudad de Barmen, Renania, en 1820, y murió en Londres en 1895. Creció influenciado por ideas conservadoras y calvinistas - sistema doctrinal basado en las enseñanzas de Juan Calvino (1509-1564), un teólogo francés influyente en la Reforma Protestante. El escrito más conocido de Calvino es Institutos de la Religión Cristiana -. Desde su juventud comenzó a mostrar interés por ideas progresistas, como las del movimiento de los «jóvenes alemanes»: un patriotismo cultural, liberal y progresista, que exigía reformas republicanas, liberales y laicistas. Su evolución ideológica le llevó a conectar con las ideas de Hegel y a abandonar cualquier atisbo de religiosidad heredada de su familia.

    En 1842 fue redactor del periódico Rheinische Zeitung.

    Tras el fracaso de la revolución en Francia, pasó a Alemania, donde intentó promover el espíritu revolucionario. En 1849 participó activamente en una columna de más de ochocientos obreros y estudiantes, al mando de un general prusiano sublevado. Las tropas prusianas derrotaron a los revolucionarios.

    Durante esta época publicó importantes obras, como El origen de la familia, la propiedad privada y el estado, crítica al programa de Gotha o la Crítica al programa socialdemócrata.

    En conclusión, la agricultura puede definirse como la labranza de la tierra con el fin de explotar el suelo y sus componentes minerales nutritivos, para desplegar la producción de alimentos y plantas útiles para la fabricación de prendas de vestir, a lo largo y ancho del globo terráqueo; además con fines económicos y de la propiedad agraria, siendo regulada por disposiciones y normas establecidas por el derecho positivo y cánones de rango constitucional.

    CAPITULO II

    DE LA INMIGRACION

    Tú, el viajero, el insomne, el descontento, el que levantaba las manos hacia los relámpagos, el que veía pasar las bahías

    como la orilla serena y brumosa de la tristeza. Sabías soportar las lejanías, siempre tan del corazón.

    Sabías llegar. Vicente Gerbasi. Mi Padre El Inmigrante

    Los inicios del Siglo XX no fueron propicios para el desplazamiento de inmigrantes hacia Venezuela. En efecto, durante los 27 largos años que duró la dictadura de Juan Vicente Gómez, el flujo migratorio declinó sustancialmente debido a la desconfianza del régimen hacia la introducción de ideas progresistas o contrarias a los intereses de la dictadura reinante. Ramón J. Velásquez, en sus Confidencias Imaginarias de Juan Vicente Gómez, relata, lo siguiente:

    Ya el año antepasado Rafael María Velasco agarró a unos comunistas en Caracas y resultó como siempre que habían venido del extranjero a traer esas ideas y habían conquistado a unos estudiantes, a unos albañiles y a unos panaderos, Por eso yo no le hago caso a Zumeta con eso de la inmigración. El quiere que vengan unos grupos grandes. Los extranjeros que vengan, pero graneaditos, uno por uno, para que uno pueda vigilarlos.

    Siendo así las cosas, no es, sino en la presidencia de Eleazar López Contreras cuando la inmigración adquiere nueva relevancia al formar parte de su programa de gobierno. La necesidad de una inmigración selectiva es sostenida entusiastamente por dos figuras muy relevantes de la época: Alberto Adriani, primer ministro de Agricultura y Cría y Arturo Uslar Pietri, ministro de Hacienda. Adriani, en diversos escritos sostenía que uno de los problemas de Venezuela era el de una población muy pequeña y poco preparada en artes y oficios, por esa razón amparaba la conveniencia de la inmigración europea, para aumentarla y mejorarla. El Ministro de Agricultura, sostenía que la llegada europea blanquearía a la venezolana. Uslar Pietri, por su parte, en su celebrado ensayo de 1937 Venezuela necesita inmigración, sostenía la indolencia de las razas mezcladas y veía a la afluencia europea como una panacea, como una verdadera escuela móvil para la transmisión de conocimientos y costumbres que ayudarían significativamente a perfeccionar la población venezolana por el mero hecho de la convivencia. Más sin embargo sobresalió el criterio de Adriani, en virtud del hecho que desde Europa, Italia, España, Portugal, llegaron un gran número de inmigrantes de todas las edades, que pasó a engrosar la población nacional.

    Bajo estas arengas e influencias, López Contreras es convencido de la necesidad de la inmigración europea y promulga una nueva Ley de Inmigración y Colonización que recoge el sentir de la intelectualidad del momento. Esta ordenanza prohíbe, entre otras disposiciones, el ingreso de personas que no sean de raza blanca. Susan Berlung en el Diccionario de Historia de Venezuela de 1971, comenta: El país recibió muy poca inmigración antes de la Segunda Guerra Mundial, porque las únicas personas urgidas de salir fueron los judíos y los españoles -republicanos o separatistas-. De éstos, los primeros no fueron recibidos en números respetables por ningún país latinoamericano y los últimos vieron su entrada obstaculizada en Venezuela porque López Contreras, pensaba que muchos de ellos eran comunistas. Unas 28.000 personas llegaron entre 1936 y 1940 pero, con la Segunda Guerra Mundial la inmigración se paralizó.

    La Segunda Guerra Mundial con su secuela generalizada de destrucción física de las instalaciones industriales, crisis económica – financiera, pérdida de fuentes de trabajo y disgregación de las familias, abrió un cauce importante para que un país como Venezuela disfrutará de las posibilidades que se generaban para la obtención de mano de obra calificada proveniente de Europa. El gobierno del General Medina Angarita así lo entendió y prontamente agenció mecanismos para aprovechar el éxodo europeo luego de la guerra. Entre enero y octubre de 1945, considerando que el 15 de agosto de ese año, se rubricó el armisticio relativo al cese de la segunda guerra mundial, suscrito por Inglaterra, Gran Bretaña, Rusia y Francia, con Alemania, acto que puso fin a la Segunda Guerra Mundial, ingresando legalmente al país 7.218 personas, sin embargo, el programa inmigratorio se vio obstaculizado por la carencia de transporte transoceánico – debido al pleno desarrollo de la segunda guerra mundial -, y por los sucesos políticos internos que llevaron al pronto derrocamiento de Medina.

    Esta situación cambió notablemente en el periodo comprendido entre 1948 y 1961, cuando los gobiernos tanto de Acción Democrática, de Pérez Jiménez y de la Junta Patriótica, le dieron un impulso decisivo a la inmigración europea. En este lapso entraron al país legalmente 614.425 forasteros cedulados, aunque con la adición de indocumentados y de los niños que no requerían cédula, se estima que el número total de inmigrantes ha podido alcanzar a unos 800.000.

    Se ejecutaron durante esa época grandes obras de ingeniería construídas por profesionales inmigrantes italianos, entre las cuales podemos mencionar:

    PUENTE SOBRE EL LAGO DE MARACAIBO

    Bautizado en honor al General Rafael Urdaneta, héroe de la Independencia de Venezuela, es el segundo puente más largo de centro y suramérica, con una longitud de casi nueve kilómetros (8.678 metros). Es la única conexión entre las dos orillas del Lago de Maracaibo y es la unión terrestre más expedita entre la capital del estado Zulia y el resto del país. Hoy sin ningún tipo de mantenimiento.

    Diseñado por el arquitecto e ingeniero italiano Ricardo Morandi, fue construido en concreto pretensado. Inaugurado en 1962 por el entonces presidente Rómulo Betancourt, soporta un tráfico promedio de 45 mil vehículos diarios. Gracias al diseño y altura de sus 134 pilares, permite el paso de grandes buques de carga debajo de su estructura.

    La Villa Planchart, conocida como la Quinta El Cerrito, es una residencia construida por el arquitecto italiano Giovanni Ponti en Colinas de San Román, Caracas, entre 1953 y 1954. Se trató de un encargo por parte de Armando y Anala Planchart, siendo inaugurado en 1957.

    Leyenda

    El matrimonio Planchart era una pareja acaudalada de la alta sociedad caraqueña que conoció la obra de Ponti a través de la revista Domus, y viajó a Milán para solicitarle la construcción de su residencia en el sector de El Cerrito de Colinas de San Román. La pareja quería una casa acorde con los criterios de la modernidad en la que se pudiera albergar su colección de orquídeas y trofeos de caza, así como poder contemplar cada rincón de la residencia desde cualquier punto y tener una vista integral del cerro El Ávila y la flora y la fauna que allí tiene cobijo, durante las 24 horas del día. El resultado fue una casa de fachada sencilla con un juego de planos interior que se concentra en el salón principal. Se le considera una suerte de interpretación de la casa tradicional venezolana con la villa italiana.

    La obra fue entregada el 8 de diciembre de 1957. Como complemento, Ponti contrató a varios artistas para diseñar una serie de muebles, lámparas y textiles a fin de darle uniformidad. En sus instalaciones, posee obras originales de diversos artistas venezolanos como Rafael Monasterios y Armando Reverón, entre otros.

    En relación con este súbito crecimiento de la inmigración, en especial durante el gobierno dictatorial de Marcos Pérez Jiménez – quien en 1952 ordenó a su director de Inmigración: Abra usted las puertas de la República a todo europeo que reúna las condiciones convenientes a su juicio – en su muy prolijo ensayo de 1986, El Proceso de Inmigración en Venezuela, la historiadora Ermila Troconis de Veracoechea, comenta:

    El período de Pérez Jiménez fue sin lugar a dudas, de un rápido desarrollo económico, a través de su política de concreto armado dio un tremendo auge al proceso urbanístico en todo el país, lo cual impulso la inmigración espontánea. Aparte de la gente que era traída del extranjero para cumplir con los proyectos previstos por el Instituto Agrario nacional, había muchísimas personas que, atraídas por la propaganda de la doctrina del Nuevo Ideal Nacional, veían en Venezuela un país próspero, estabilizado políticamente y, sobre todo, con seguridad personal. Además, el principal objetivo del Nuevo Ideal Nacional era el de mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, dándole prioridad a la vivienda, para lo cual desarrolló la construcción. Viviendas y vías de comunicación se transformaron en puntos clave de su gobierno y esto fue un factor decisivo para estimular a los constructores italianos que vieron en este país el campo propicio para su elevación socio-económica.

    Es de señalar que la inmigración más importante que recibió el país en esos años fue la de italianos, españoles, canarios y portugueses. Comenta Troconis de Veracoechea que: Había el cuidado de que mensualmente llegará un número equilibrado de unos y otros pues el gobierno tenía interés en que los de idiomas extranjeros no sobrepasarán en número a los que hablaban castellano, para así mantener nuestra identidad lingüística, lo cual era parte de la política nacionalista que caracterizó esa época.

    En lo que respecta a la proveniencia de los inmigrantes, Berlung precisa: Entre los españoles un tercio era oriundo de las islas canarias y otro similar de Galicia: Un tercio de los portugueses provino de la isla de Madeira. El 60% de los italianos vinieron del sur, el 25% del centro y el 15% del norte de la bota italica; las provincias italianas con mayor emigración hacia Venezuela fueron Bari, Salerno y L´Aquila. Entre los profesionales italianos que vinieron a estas tierras podemos mencionar: profesor Antonio Angelillis, procedente de Bari, profesor UCV y arquitecto Filippo Vagnoni, profesor UCV y arquitecto Graziano Gasparini; profesor y comunicólogo Antonio Pasquali; la escritora Victoria De Stefano, el profesor UCV Benito Sansó, universidad que instituyó una cátedra en su honor, profesor Antonino Catalano.

    ANTONIO PASQUALI: Nació en Rovato, un pequeño pueblo en el norte de Italia (Lombardía), el 20 de junio de 1929.

    Pasquali llegó a Venezuela durante el gobierno de Rómulo Gallegos, fue en este país donde desarrolló su trayectoria profesional como experto en comunicación.

    Completó los estudios de bachillerato en el Liceo Andrés Bello en Caracas donde recibió clases del historiador Edoardo Crema, del filósofo Ernesto Mayz Vallenilla, del historiador José Luis Salcedo Bastardo y del matemático Dionisio López Orihuela. Con varios de sus compañeros de estudios como Alberto Rosales doctorado en filosofía en 1957, Guillermo Sucre crítico y poeta o Luís Aníbal Gómez catedrático en Teoría de la Opinión Pública entre 1978-1979 editó el periódico El Espiral y fue corrector en el diario Gráfico.

    Antonio Pasquali se nacionalizó en Venezuela en el año 1955.

    En una entrevista publicada en el portal Prodavinci que le realizó Guadalupe Burelli afirmó sobre su país natal: «Prefiero una y mil veces vivir disparado al futuro, y en lugar de encanallarme zapando la huerta de los recuerdos o llenando álbumes de fotos, responsabilizarme a tiempo pleno del mundo que dejaré a mis sucesores.»

    Ingresó en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central de Venezuela en el año 1950, donde conoció los problemas del mundo audiovisual. Entre sus profesores se encontraban García Pelayo (politólogo y jurista) y Juan David García Bacca (filósofo). Estableció amistad con Juan Nuño (filósofo español), Eduardo Vásquez, Ernesto Mayz Vallenilla (filósofo venezolano), Alberto Rosales (filósofo venezolano) y sobre todo con Federico Riu (filósofo venezolano). Su amistad con Sergio Antillano, un gran hombre de la prensa, le transmitió su pasión por el periodismo.

    Finalizados los estudios de filosofía, trabajó en Grabados Nacionales entre 1951 y 1952, junto con García Márquez, en el fotomontaje de Venezuela deportiva. Obtuvo una beca de la Universidad Central de Venezuela y una ayuda económica que le permitió trasladarse a París para realizar el doctorado en Filosofía por La Sorbona, presentó la tesis doctoral el 2 de julio de 1957 sobre el problema de la libertad en los pensamientos de Charles Renouver y Henri Bergson. Fue ayudante en la cátedra de historía del arte de Gastón Diehl -historiador- gracias a él profundizó sus conocimientos en ese mundo. Compartió conocimientos con otros intelectuales amigos que se encontraban en París como Oswaldo Vigas y Ángel Hurtado (artista y cineasta) venezolano.

    Obtuvo el doctorado suma cum laude por La Sorbona en 1957. El 23 de enero de 1958, ingresó en la Facultad de Filosofía de la (UCV) como profesor, facultad de la que un tiempo después fue catedrático de Filosofía y Moral durante veinticinco años. En 1958 fundó los Estudios de Teoría de la Comunicación en la Escuela de Comunicación Social, cátedra de Información Audiovisual, con la que realizó Antología de textos para la cátedra de Información Audiovisual (1960) sobre las nuevas tecnologías audiovisuales basadas en la cinematografía y la televisión, un trabajo con el que Pasquali puso el estudio de las producciones audiovisuales y de los medios de masas en el campo de las ciencias sociales; y creó además, el Centro Audiovisual del Ministerio de Educación, ambas enseñanzas le permitieron profundizar sobre las prácticas de las formas de comunicación en las relaciones sociales desde el punto de vista moral y social:

    Se especializó realizando diversos cursos en las universidades de Cambridge y Oxford. Fundó en 1974 el Instituto de Investigaciones de la Comunicación (ININCO) de la Universidad Central de Venezuela Fue nombrado Subdirector General Adjunto del sector de Cultura y Comunicación de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) en París. Tras dejar la Universidad Central de Venezuela se incorporó en 1983 como subdirector General del Sector Comunicaciones e Información a la UNESCO, el cargo que ocupó durante dos años y medio.

    Pasquali publicó diferentes ensayos y artículos en la prensa nacional e internacional. Participó activamente en foros y conferencias mundiales.

    Antonio Pasquali falleció en Reus, España, a consecuencia de un cáncer el 5 de octubre de 2019. OBRAS PUBLICADAS

    • 1959 Fundamentos Gnoseológicos para una Ciencia de la Moral.

    • 1960 Antología de textos para la cátedra de Información Audiovisual.

    • 1960 Comunicación y Cultura de Masas; Información Audiovisual, antología de textos.

    • 1967 El Aparato singular. Análisis de un día de TV en Caracas.

    • 1970 La Moral de Epicuro.

    • 1973 Sociología e Comunicação.

    • 1970 Comprender la Comunicación; Proyecto RATELVE. Diseño para una nueva política de radiodifusión del Estado venezolano.

    • En 1978 se publica la primera edición de Comprender la Comunicación.

    • 1990 La Comunicación Cercenada. El caso Venezuela. (Premio Municipal de Literatura. De la marginalidad al rescate. Los servicios públicos de Radiodifusión en la América Latina.

    • 1991 Se publica Diez menús bien pensados, libro de recetas de diez intelectuales residentes en Venezuela.

    • 1992 El Orden Reina, Escritos sobre Comunicación; La Comunicación social. Memorias de un país en subasta.

    • 1994 Las Telecomunicaciones. Memorias de un país en subasta.

    • 1998 Bienvenido Global Village.

    • 2002 Del Futuro. Hechos, Reflexiones, Estrategias.

    • 2005 18 Ensayos sobre comunicaciones.

    • 2007 Comprender la comunicación. Edición revisada y actualizada.

    • 2011 La Comunicación Mundo. Releer un mundo transfigurado por las comunicaciones.

    • 2017 La devastación chavista. Edición de abediciones, la editorial de la UCAB; Libros El Nacional.

    PREMIOS Y DISTINCIONES CONCEDIDAS

    • Universidad Central de Venezuela, orden José María Vargas en segunda clase.

    • República de Venezuela, orden 27 de julio en la tercera clase, 11 de enero de 1972.

    • República de Venezuela, orden Andrés Bello en la primera clase, 16 de septiembre de 1975.

    • República de Venezuela, Distrito Federal Concejo del Municipio Libertador, Premio Municipal de Literatura, Mención Investigación Social por su libro La Comunicación Cercenada el Caso de Venezuela, 25 de julio de 1990.

    • Personaje de la Comunicación del Año 1991.

    • Premio Pellín del episcopado venezolano.

    • Orden Mariscal Juan Crisóstomo Falcon en la Primera Clase otorgada por el Estado Falcón, República de Venezuela, 26 de julio de 1996.

    • Universidad Central de Venezuela, Doctor Honoris Causa, 12 de abril de 2002.

    • Universidad Católica Cecilio Acosta, Doctorado Honoris Causa, 28 de julio de 2005.

    • Orden Andrés Bello, 10 de junio de 2009, Universidad Católica Andrés Bello, Venezuela.

    • 2013 Homenaje de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información junto con la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

    La norma moral -lo unico realmente irrenunciable, como decia Descartes- rige nuestras relaciones con el Otro, y por eso el filósofo mas grande de la humanidad, Platón, sentenció que la virtud moral suprema es Dike o la Justicia, una virtud relacional. El hecho comunicante es la relación ontológica fundamental sin la cual ningun plexo social puede constituirse: sin saber del otro no hay sociabilidad (ni habria perfeccionado el cerebro una de sus cuatro funciones capitales, la de producir lenguajes)..

    Anto nio Pas q ual i

    La presencia de la comunidad judía en Venezuela es de vieja data, siempre pequeña en número, pero de gran impacto y relevancia en los distintos campos del saber y de los negocios.

    "No fue si no hasta la llegada de los judíos de Europa del Este y norafricanos entre los años 1920 y 1930 del siglo XX, que la comunidad judía comenzó a desarrollarse completamente. Según un censo nacional tomado en el final del siglo XIX, solo 247 judíos vivieron en Venezuela como ciudadanos para 1891. En 1907, se creó la sociedad de beneficencia israelita, que cambió en 1919 su nombre a Sociedad del Israelita de Venezuela, como organización para aglutinar a todos los judíos que se fueron dispersando a través de varias ciudades y pueblos del país. (…) El número de ciudadanos judíos se incrementó de 475 en 1917 a 882 para 1926. De Europa del Este y Central provino un buen número de judíos inmigrantes a partir de 1934, pero para entonces, ya Venezuela había impuesto restricciones específicas ante la inmigración judía, que seguirán existiendo hasta después de los años 50. Antes de 1950, la comunidad había crecido a alrededor de 6.000 personas, incluso con las restricciones de inmigración. Con la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez en 1958, más de 1.000 judíos llegaron desde Egipto, Líbano, Siria, Salónica, Turquía, la Unión Soviética e incluso de Israel.

    En lo concerniente a las ocupaciones declaradas por los inmigrantes al ingresar al país se indican las siguientes: agricultura, construcción y comercio, además de mecánico. El censo realizado en 1961, arrojó cifras reveladoras sobre la evolución y asentamiento final de los 800.000 inmigrantes:

    "El censo nacional de 1961 enumeró solo a 526.188 extranjeros incluyendo 64.604 que se habían naturalizado. Esto indica que por lo menos la tercera parte había dejado el país para esa fecha. Según el mismo censo de 1961, la participación de los inmigrantes en la fuerza de trabajo se destacó en la artesanía y la manufactura (26.9%), la construcción (27%) y el comercio (24.3%).

    LOS GRANDES CACAOS

    Desde la época de la post guerra, Venezuela, se caracterizó por tener en el arte del campo, su mayor riqueza. Siendo el cacao, lo que dio origen a los Grandes Cacaos de la época, de conformidad a la extensión sembrada, en Venezuela, por ejemplo la titularidad en plantas de cacao debía superar, las 10.000 unidades por familia; siendo el principal producto de exportación hacia el viejo continente, generador de divisas; no rentistas.

    Desde la llegada de algunos, italianos, españoles y portugueses, la economía venezolana estuvo marcada por la actividad agrícola; dirigida al autoabastecimiento, la disminución del contrabando, la exportación oficial al Virreinato de Nueva España y la Metrópoli. Esto fue así fundamentalmente entre los siglos XVI y XVIII. En el último de estos períodos hubo un boom agrícola, y en la cúspide se ubicó el cacao, como el gran generador de patrimonio del siglo XVIII.

    A la sombra del auge cacaotero y de la vigorosa actividad comercial, una pudiente clase mercantil y agricultora compuesta de blancos criollos, se posiciona en el país y fortalece su estatus social mediante la compra de títulos nobiliarios. Sus crecidas fortunas permiten el establecimiento de una nobleza criolla que será conocida como- LOS GRANDES CACAO de Venezuela-. Los Grandes Cacaos venezolanos compraban títulos nobiliarios, pero los ecuatorianos delegaban la administración a terceros, y como estaban en época republicana, viajaban para Paris. La hegemonía de Ecuador como principal productor mundial del mismo rubro, duró hasta mediados del XIX, al final del mismo emergió Ghana.

    La Guerra de Independencia marcó el fin de los Grandes Cacaos en Venezuela, ya que las leyes de la nueva República dieron concesiones de tierras, las familias adineradas de la Costa aprovecharon, la opción para convertirse en hacendados. Estos factores socio-políticos estuvieron capitulados por la emergencia de otros productores mundiales, dicen algunos, por la emergencia del omiceto Phytophthora, responsables de las enfermedades conocidas como pudrición parda del fruto, mancha de agua y cáncer del tronco, generándose así grandes pérdidas para aquellos productores que habían dedicados todas su vida al cultivo y atención del rubro.

    EL CACAO VENEZOLANO

    De las investigaciones realizadas en el tiempo, acerca de la distribución geográfica de las especies de cacao, en el globo se ha confirmado que, la mayor parte de las especies tiene su origen en Venezuela. Hasta fines del siglo XX, México fue considerado como única fuente original de cacao. Esta reciente noción de su origen explica la fama que ha tenido desde el siglo XVII, especialmente la variedad Criollo, en la cual se destaca el cacao Porcelana.

    Cuando los españoles llegaron a Venezuela, encontraron que el árbol del cacao se extendía en diversas regiones costeras hacia el este, en el centro y el sur de la cuenca del lago de Maracaibo, en las riveras de sus ríos. Ellos también notaron la existencia de grandes campos de cacao en las selvas del Río Negro y del alto Orinoco, los cuales eran conocidos como monte cacao o CACAO. Los indios tomaban una bebida preparada con la semilla del cacao que ellos llamaban CHACOTE y

    Ti è piaciuta l'anteprima?
    Pagina 1 di 1